miércoles, 7 de abril de 2010

El final de un tiburón.

El 19 de febrero trajimos al club dos ejemplares de Carassius, o también conocido como tiburón malayo. Realmente, como mucho ya se imaginaban, no se trata de un tiburón de verdad. Entre otras cosas, porque tiene hueso y los tiburones no lo tienen (sólo cartílago), y porque es de agua dulce (la gran mayoría de los tiburones son de agua salada, por el tipo de "riñones" que tienen). Su nombre se debe más bien a que se comporta muy parecido a los tiburones. Es un pez que crece hasta más de un metro, y que se caracteriza por su rapidez extrema y por su voracidad. Sin embargo, ambas de nada le han servido contra las dos pequeñas pirañas Serrasalmus natteri club. El lunes 15 de marzo juntamos a los tres peces en la misma pecera, y al día siguiente, fijaros como estaba de "pelao" (en términos de Ignacio Cruces) el tiburón.  ¡Y eso que las pirañas miden poco más de una moneda de euro! Está claro que estas nuevas pirañas van a dar mucho de qué hablar. Ahora mismo se encuentran con la carpa (10 veces más grande que ellas) en la misma pecera…

CONCURSO DE FOTOGRAFÍA DE LA ACTIVIDAD DE BIOLOGÍA

Pregunta por Mané Morales o Juan Cobo.