lunes, 4 de junio de 2012

La vida se abre paso

 

El sábado 2 de junio una falsa coral se escapó de su terrario en la asociaciónArqueros y acabó con dos verdones que teníamos en el mismo cuarto. Cuando llegamos, la serpiente había huido tras haber ingerido uno de los ejemplares, mientras que un segundo verderón había quedado muerto en una tétrica postura en su jaula.




Las falsas corales hacía pocos de días que habían salido de la muda y llevaban varias semanas sin comer (durante esta etapa las serpientes no comen). El miércoles pasado día 30 de mayo se comieron dos gorriones que habíamos encontrado recién muertos (uno cada una), por lo que pensamos que ya tenían satisfecho su apetito.
Ya se ha visto que no. En realidad, uno de los motivos por el que más nos ha llamado la atención este sucedido ha sido porque las falsas corales que tenemos en el club Arqueros (no sé si todas, las nuestras al menos sí) tienen el defecto de no ser capaces de matar a sus presas (como sí hacen las guttatas, las pitones, etc.). Siempre, a lo largo de estos tres años, cuando se les ha dado el ratón (y en contadas ocasiones un pájaro) ha sido muerto, porque si se le servía vivo la serpiente era incapaz, por más que lo intentara, de matarlo.
En esta ocasión la serpiente no mostró problemas para matar a estos animales. Viendo restos de sangre por los alrededores de la jaula, y el bolo que provoca la presa en el cuerpo de la serpiente tras haberlo comido, todo apunta a que la serpiente mató al pájaro fuera de la jaula. De alguna manera la serpiente consiguió morder al pájaro y sacarlo a la fuerza de la jaula. Y una vez fuera lo ingirió. En el caso del segundo pájaro muerto dentro de la jaula, cabe sospechar que la serpiente no pudiera sacarlo de la jaula y lo abandonara muerto, donde lo encontramos. En cualquier caso, un suceso anecdótico que ilustra como la naturaleza se abre camino hasta puntos insospechados…

He aquí los excrementos que liberó la serpiente pocos minutos después de la ingesta del verderón.  Entre ellos, se encontraban restos de plumas