Tenemos un padre en el club que es pescadero (el papá de
José María Solís) y el pasado domingo 14 de febrero regaló a Arqueros la
mandíbula de un tiburón marrajo. Aunque nos la entregó casi preparada, todavía
le quedan algunos restos de carne que hay que eliminar. Para ello la hemos
colocado en agua con lejía al 15%, y pasados un par de día la pondremos en una
disolución de agua oxigenada para terminarla de blanquear. A ver cómo queda.
Aprovechando que tenemos al pájaro inseparable en Arqueros,
hemos realizado una foto muy elocuente de lo que puede ser capaz un animal con
dicha dentadura…
Por cierto, que aprovechamos para contaros cómo va nuestro
pájaro inseparable (algunos lo llaman Manolo
-¿y por qué no Manola?-). Ya le han crecido casi todas las plumas, aunque
todavía no se lanza a volar. Sí que se le ve, por otro lado, más agilidoso, y
con más fuerza en el pico, sin llegar a hacer daño todavía. Cada 4 ó 5 horas lo
alimentamos con su papilla, y en estas labores hay que reconocer que contamos
ya con varios expertos entre los socios de Arqueros. Uno de ellos, Juan Andrés
Coromina, destaca por su maestría y rapidez.